BRENDA MEDINA
BMEDINA@ELNUEVOHERALD.COM
El hombre acusado de asesinar a cuchilladas a una niña de 11 años en La Pequeña Habana y de tratar de que el crimen pareciera un suicidio se declaró el martes inocente en una corte de Miami-Dade.



“Soy inocente”, se limitó a decir Ruiz, de 42 años, y quien enfrenta un cargo por asesinato en primer grado y otro por invasión de morada.

El juez Jeffrey Rosinek le negó la libertad bajo fianza.

De acuerdo con la Policía de Miami, Ruiz se metió al apartamento de su ex pareja, Amaury Alvarenga, acuchilló a su hija de 11 años, Martha Guzmán, en los antebrazos y el cuello, y trató de hacer que todo pareciera un suicidio.

Martha, quien se había hecho heridas ella misma en el pasado, fue encontrada por su madre tirada en un charco de sangre con un cuchillo enterrado en la garganta, el 22 de junio, en el modesto apartamento sobre el bloque 800 de la calle 4 del noroeste.

El lunes la policía arrestó a Ruiz en su apartamento en el bloque 200 de la avenida 10 del suroeste, a unas cuadras de la vivienda de Alvarenga. El acusado se rehusó a cooperar con las autoridades y pidió hablar con un abogado durante un interrogatorio el lunes.

No está claro si Ruiz tiene un abogado defensor.

Manuel Orosa, jefe de la Policía de Miami, dijo el lunes que Ruiz, quien tiene un hijo de 3 años con Alvarenga, estaba molesto porque Martha había convencido a su madre de terminar la relación.

De acuerdo con los padres de Martha, la pequeña se había cortado los brazos y las piernas ella misma en meses anteriores, y fue a terapias psicológicas para tratar problemas emocionales. Pero Alvarenga y el padre, Jorge Guzmán, siempre sostuvieron que la niña no habría cometido suicidio.

Según la policía, Ruiz causó heridas tan hondas en los antebrazos de Martha que cortó hasta los tendones, lo cual hizo prácticamente imposible que la niña pudiera cortarse ella misma la garganta.

Un video de seguridad de una vivienda vecina muestra a Ruiz entrar y salir del apartamento donde vivía la niña entre 10:28 a.m y las 11 a.m, las horas en las que el médico forense reportó que Martha fue asesinada. Alvarenga encontró a su hija pasadas las dos de la tarde.

Inicialmente la policía negó que Ruiz estuviera relacionado con el crimen, aunque documentos policiales indican que el acusado fue una persona de interés desde el principio de la investigación.

Las autoridades dijeron que durante un interrogatorio tras la muerte de Martha en junio, Ruiz dijo que no había tenido contacto con la victima desde hacía una semana. Ese día, los agentes notaron que Ruiz tenía marcas de rasguños recientes en los brazos y la cara.

El lunes Orosa dijo que la policía negó que Ruiz fuera sospechoso, por temor a que escapara a Honduras, su país natal. Mientras tanto las autoridades realizaron pruebas de ADN de restos de piel encontrados en las uñas de Martha, que coincidieron con el ADN del acusado.

“Eso muestra que ella estaba forcejeando con él, pero él era tan grande que ella no habría logrado defenderse”, dijo Orosa.

Ruiz pesa 200 libras y tiene 6 pies y cuatro pulgadas de estatura.

Martha, a quien familiares y amigos describen como una niña inteligente, bonita y buena estudiante, fue enterrada una semana después de su muerte en la población de Olanchito, en Honduras, de donde son originarios sus padres.

La familia conmemorará un mes de su muerte con una misa el martes por la noche, dijo Guzmán.

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