CHARLES RABIN Y NICHOLAS NEHAMAS
CRABIN@MIAMIHERALD.COM
Después de pasar la noche en la casa de su padre en South Miami-Dade, Javon Dade Jr., de 4 años de edad, deambuló por fuera de la vivienda el miércoles por la mañana, lo que provocó una nerviosa búsqueda y una llamada a la policía.

Veinte minutos después, la policía hizo un horripilante hallazgo: Javon había muerto atacado por un perro –o por varios perros– en el patio trasero de la casa en Goulds, con su cuerpo desmadejado sobre la muy crecida yerba en las proximidades de una cerca.

En la misma cerca: tres cachorros de una mezcla de terrier y boxer de entre dos y cuatro meses, dos perras adultas mezcla de terrier boxer y un pit bull adulto.

El descubrimiento conmocionó a los vecinos y abrumó a los familiares.

La madre de Javon, Doreen Reyes, quien vivía con el niño en Palmetto Bay, se apareció en la casa emocionalmente consternada. La abuela del niño se desmayó, luego de llamar a Javon un “bello niño, mi Pooka”.

Otra mujer, que declinó dar su nombre, dijo que conocía bien al niño, mientras estaba acuclillada y llorando cerca de una valla de tela metálica a varias casas de donde ocurrió el incidente.

“Es tan triste. No lo entiendo”, dijo la mujer.

El miércoles más tarde, la policía entrevistó a Javon Dade padre para deterninar si hubo negligencia en la muerte de su hijo. La policía dijo que cualquier decisión sobre un cargo criminal probablemente vendría del fiscal estatal de Miami-Dade.

Aunque tener un perro pit bull en Miami-Dade viola una ordenanza del condado y puede conllevar una multa civil, no es probable que se aplique en este caso.