SAN CRISTÓBAL:-Cientos de pacientes de las principales provincias del sur, se aglutinan cada día, en el áreas de consulta del Hospital Juan Pablo Pina, en busca de asistencia médica, mientras que tiene que esperar hasta la diez de la mañana, cuando las mayorías de los especialistas llegan a sus consultorios.
La principal queja de los pacientes, que en sus mayorías llegan a las cinco de la madrugada para tomar su turno es que con frecuencia los médicos especialistas no acuden a su centro de trabajo, ya que residen en el Distrito Nacional y laboran en otros centros de salud.
Ancianos, jóvenes y padres con sus hijos en brazos se observan cada día, tratando de recibir asistencia medica, en la sala de consulta del Hospital Juan pablo Pina.
Muchos pacientes se trasladan desde Azua, San José de Ocoa, Bani y de más de cien barrios del municipio cabecera “San Cristóbal”.
Mientras, que la sala de emergencia del centro de salud del Estado, uno del más moderno del país, los médicos y servicios para-médicos se ven en la obligar de transferir pacientes graves, a centros de la capital, porque no medico especialistas, para prestar asistencia de emergencia, donde muchos mueren.
BASURA
La falta de educación de la población para sacar los desperdicios, prov
oca también un cao, cuando en las principales calles y avenidas se observan montones de basuras, en especial en los mercados y calles aledañas.
Además, hay fallas en la Dirección de limpieza del ayuntamiento, ya que las mayorías de los camiones rentados no cuentan con las condiciones óptimas para tales fines.
INSEGURIDAD
La inseguridad arropa la población, donde las muerte violentas ya sobren pasan las 50 en los primeros ocho meses del presente año.
Las mayorías de las muertes han sido por atracos, robos, y riñas en centros de diversión, como colmadones, y los prostíbulos.Los hechos de más importancias, en este año, también han sido los robos millonarios, a pesar de la vigilancia de la Policía Preventiva.
Un grupo de ocho realizan unos de los robos de ocho millones mas espectáculos al destruir los Cajeros de los bancos Comerciales, en el centro comercial “La Sirena”, y en una agencia de envió de valores al servicio del Banco Unión, donde robaron más de siete millones de pesos y 33 mil dólares.
Autor
Carlos Corporán
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