CAMBITA GARABITO:-Con una deuda acumulada de más de 50 millones de pesos, la actual gestión de la alcaldía de Cambita Garabitos tramita la obtención en el Banco de Reservas de un préstamo de 40 millones de pesos, con la finalidad, según sus autoridades, de emprender algunas obras municipales.

Los préstamos entre los ayuntamientos y la banca comercial representan una actividad financiera normal y corriente, regidos por la Ley del Crédito Público y otras disposiciones legales que regulan y enmarcan la política crediticia de una institución pública. Cuando un préstamo lo hace un ayuntamiento sólido, gestionado por una administración municipal transparente, que informa debidamente a los munícipes, una transacción de esta naturaleza no amerita comentario alguno. 

Sin embargo, en el caso de la alcaldía municipal de Cambita Garabitos, hay varias preguntas: 

a) ¿Por qué el préstamo cuando a esta administración sólo le queda dos años?

b) ¿Por qué comprometer con el préstamo gestionado las próximas cuatro gestiones?

c) ¿Dispone la actual sindicatura de una liquidez financiera capaz de asumir una responsabilidad de esta magnitud?

d) ¿Qué hará la alcaldía con la deuda de más de 50 millones de pesos contraída por la anterior y la actual gestión de Cristino Lorenzo?

e) ¿De qué forma una alcaldía pequeña, con apenas unos ingresos mensuales de alrededor de tres millones de pesos, podrá pagar 90 millones de capital más los intereses y cargos adicionales?

f) ¿Por qué comprometer a las próximas generaciones de munícipes?

g) ¿No constituye esto un acto de mala fe?

h) ¿Acaso detrás de esta operación hay una expresión del peor clientelismo político, donde no importa el interés de la municipalidad, sino sacar el mejor provecho personal?

i) ¿Cómo es posible que en esta confabulación no se presentara ninguna discusión en el concejo municipal, capaz de ir al fondo de la transacción?

j) ¿Cómo reaccionarán los acreedores del cabildo cuando se enteren de que en las cuentas municipales hay 40 millones de pesos?

k) ¿Sabían ustedes, distinguidos lectores, que las cuentas de la alcaldía han sido embargadas en varias oportunidades, como consecuencia de los préstamos irresponsables de la pasada y actual gestión? ¿Qué impedirá la ocurrencia de nuevos embargos y demandas en cobro de pesos por parte de los acreedores?

Al conversar con algunos funcionarios municipales, se defiende la gestión del préstamo con el alegato de sólo de esa manera se podrán construir algunas obras municipales, reclamadas por la ciudadanía. A primera vista, el argumento parece de buena fe. Pero veamos las siguientes ideas.

a) La gestión actual lleva 48 meses de gobierno municipal. Se calculamos que de conformidad con la ley 176-07, un mínimo de un 40 % de los ingresos se destinarán a obras municipales. El balance de lo realizado, en términos de obras físicas, indica un fracaso total en esta materia.

b) La actual gestión actual encuentra una deuda descomunal, fruto de los desaciertos y fraudes de los doce años de Luis Soto. El señor Cristino, en vez de implementar un plan de austeridad y un saneamiento de las finanzas municipales, incrementó el monto de la deuda a unos niveles insostenibles. Hoy, a ciencia cierta, no se sabe hasta dónde se ha comprometido el patrimonio municipal.

c) Nos luce extremadamente sospechoso que una sindicatura, al final de su gestión, quiera hipotecar el futuro de las próximas administraciones. Si fuese un préstamo pagadero en los dos años que le quedan, no comentaríamos en estos términos. 

d) Al final se nos acusará de oponernos a la construcción de obras municipales, que pertenecemos a tal o cual grupo. Nuestra oposición no es las obras, es la forma irresponsable en que se quiere enajenar el patrimonio municipal, a la forma alegre y maliciosa de disponer de la municipalidad como se fuera una pulpería de campo.