Cómo dice el cantautor Leonardo Fabía en una desus temas más conocidos durante los últimos 50 años “Ella, ella, ya me olvido-Yo la recuerda ahora”, a seguida es música que le distingue y penetra más allá del corazón se puede decir a los cuatro viento, que más de amor también hay pasiones.

En el ceno de un hogar más donde reina la pobreza existen serios problemas, que la final dejan una tela de dolor y luto.

Fue el horrendo crimen cometido por el motoconchista, Juan José Pinales, de 24 años, conocido como (Edgar), quien en un arranque de celo estrangulo a su ex mujer de apenas 18 años, Daniela Arias quien a pesar que procreo dos hijos con su asesino, cursaba el cuarto del bachillerato en el plantel Público del paraje Los Botaos de Najayo La Playa, de San Cristóbal.

Todo empezó cuando a esos de las 9 de la noche se presento como lo hacía siempre, supuestamente para ver sus dos hijos, a la vivienda de la madre de la occiso, Paulina Arias, encontrado su ex –mujer conversando por el teléfono celular, y este el propino golpes y luego la estrangulo.

Este hombre enfurecido ó dominado por el demonio arrastro el cadáver hacía una vivienda que le habría construido su madre, la cual Juan José Lugo Pinales, hace un mes la habría destruido con un pico de trabajar agricultura, dejando allí el cadáver.

Al paso de las horas los vecinos y su madre iniciaron la búsqueda de la estudiante y madre de dos  niños, de 4 años, y seis meses de nacidos, encontrando el cadáver ya en avanzado estado de pudre facción.

Lorenzo Arias tío de la joven estrangulada, narró que la apareja llevaban más de un meses separados y que él Juan José Pinales (Edgar), siempre esta celoso, que la vigilaba contantemente.

Mientras, que Amparo Montilla Valera, de 49 años, quien era la vecina más cercana de la joven ultimada, entre voz corta y llanto, explicó lo siguiente, “Yo no escuche ningún ruido, parece que él le estaba asechando, y logro su objetivo”.

Este domingo el Instituto de patología Forense entrego el cadáver, siendo sepultado de inmediato por su estado de putrefacción, manifestaron sus familiares.

Ahora y como siempre, los hermanitos de cuatro años y seis meses quedan huérfanos, su madre muerta y su padre a pagar una condena, que podría ser de 30 años.

 Paulina Arias, una mujer de unos 50 años, sin esposo y arropada por la pobreza y la miseria queda a cargo de la manutención de estos hermanitos, con la angustia que ya no veras más su hija Daniela Arias, quien siempre aclamaba que estudiaría Derecho en la Universidad.

Nos de pedimos con la oración universal “padre Nuestro que esta en el cielo”...Amen

Autor

Carlos Corporán