Los pilotos del avión de
pasajeros SSJ-100 que se incendió en Moscú el pasado 5 de mayo, con un
resultado de 41 muertos, aterrizaron con sobrecarga y no abrieron los flaps,
según un informe de la agencia de aviación rusa, Rosaviatsia.
De
acuerdo a las conclusiones de los investigadores rusos, publicadas hoy en la
agencia RIA Nóvosti, el capitán del SSJ-100 realizó unos movimientos bruscos
con la palanca de mando antes del accidente, desestabilizando el morro del
avión
El informe señala además que el
aparato comenzó la maniobra de aterrizaje con 1,6 toneladas de sobrepeso, error
que finalmente resultó funesto.
“En
el momento de aterrizar, el peso del avión era de unos 42.600 kilogramos, lo
que supera en 1.600 kg el peso máximo de aterrizaje”, agrega el documento.
Por
otra parte la alarma que alertó del incendio en el motor se activó cuatro
segundos antes de que el avión se detuviera, afirma el organismo ruso de
aviación.
Se
espera que el Comité Interestatal de Aviación (MAK, según sus siglas en ruso)
haga público su informe preliminar sobre las causas del siniestro dentro de un
par de meses.
SSJ-100,
el primer avión civil diseñado en Rusia tras la caída de la URSS, despegó del
mayor aeropuerto de Moscú Sheremétievo a las 18.02 hora local (15.02 GMT), pero
menos de media hora después retornó al aeropuerto de partida, donde realizó un
aterrizaje de emergencia.
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